17 ene 2012

Carpe Diem

Disfruta el momento, aprovecha el día...
Algo que todos deseamos hacer, aunque muy pocos lo consiguen.
Día tras día observas a personas que pasan a tu lado, algunas dejando huella y otras con las que ni tan siquiera cruzas una mirada.
Hoy me doy cuenta de lo mucho que he dado por gente que no ha sido capaz de demostrar lo mismo.
Tengo escasos, pero muy buenos apoyos a mi lado. Por ellos, disfruto los momentos.
No soy una persona que necesite grandes acontecimientos para ser feliz, pero lo que es indispensable en mi camino es un hombro en el que llorar o una simple sonrisa cuando más lo necesite.
En mi corto pero intenso camino he dejado atrás a demasiadas personas, diría yo, pero lo que siempre he pensado es que si no siento lástima por ello, debía ocurrir.
Sólo espero que la vida me sonría como lo está haciendo hasta ahora, con muchos o pocos apoyos, pero lo que sí deseo es que sean buenos y puedan disfrutar de cada momento junto a ellos.
Despertar con el desayuno en la cama, era algo que después de tanto tiempo no había ocurrido hasta ese día. Una cosa tan simple y sencilla que pinta una sonrisa en la cara de cualquier humano con ilusión.
Ese día, cambiaron las cosas.
Los papeles se intercambiaron y eso le hacía la persona más feliz del mundo. Pero ocurrió algo inesperado que aún así era esperado si hablábamos de ella...
Desde los barrotes, sentada en aquellas frías escaleras observaba su alrededor, y deseaba con todas sus fuerzas que nunca se acabasen momentos como ese, momentos en los que se fija en cada mínimo detalle y reza por tener ese lugar eternamente...



En este momento hay seis mil cuatrocientos setenta millones, ochocientos dieciocho mil, seiscientos setenta y un habitantes en el mundo. Algunos huyen asustados. Otros vuelven a casa. Algunos cuentan mentiras para poder sobrevivir. Otros se enfrentan a la verdad. Algunos son hombres malos en guerra contra el bien. Y algunos son buenos, y luchan contra el mal. Seis mil millones de personas en el mundo. Seis mil millones de almas. Y a veces solo necesitas a una.


No soy nadie especial. Solo soy una mujer corriente con pensamientos corrientes. He llevado una vida corriente. No me han hecho ningún monumento y mi nombre pronto quedará en el olvido. Pero según como se mire he tenido mucho éxito como muchas otras personas en la vida. He amado a otra persona con todo mi corazón y eso para mí siempre ha sido suficiente.